miércoles, 19 de abril de 2017

no te alejes tanto,
esperame mientras lustras tus zapatos
en alguna esquina de la vida,
esperame cerca,
que el tránsito no está pesado.

no hay embotellamientos,
ni lunas que atraigan al mar.

esperame
esperame, que te cuento
y no te digo nada.

te hago una casa
te hago una casa dentro mío
con mi carne,
con mis pieles
lo mejor

no te acerques al calor
ni a las alcantarillas

no te prendas al ambar
no te entregues al poeta

quedate
quedate y esperame

que voy a volver,
vas a volver a mí,

porque las penas esperan y vuelven.
porque las lagrimas deberían hacer lo mismo

                                      ☼☼☼

A mi gran compañero, que pega para no llorar y le encanta la poesía.

Donde se apoya el cielo
Donde mis ojos se columpian.

Algo se quiebra donde tu corazón palpita
Algo se deshidrata en tu estómago
Tus pulmones se volvieron chicharras
Todo borroso al paso calamitoso de la desdicha

Veo brillar aquellos elíptico ventanales
Ojos de vitreaux, verdes, marrones
Todo depende del sol,
pero el sol no está, esta la lluvia abrazando el color.

Y ahí están, columpiandose
Sintiéndose honradas de su sal y su agua
Se despliegan, parten mi alma
Es hora de irme

Con la yema de mis dedos
Intercepto su rodar
No pararon, ahí vienen más.  
Tranquilo, no las limpies.
Los hombres también puede  llorar.